AGUSTÍN SAMPEDRO
Una vez aguijoneados por el
veneno creativo, Raúl y yo comenzamos a diseñar y crear los que serían los
personajes principales que vertebran la historia.
Quizá por la familiaridad de
habernos tratado durante más de 25 años, pensamos que un binomio de dos
investigadores podría dar juego. El primer integrante del binomio en nacer fue
Agustín Sampedro. En nuestra imaginación, quisimos que Agustín fuese un
personaje cercano, y sin llegar a caer en las odiosas etiquetas, en un entorno
conocido que nos permitiese movernos en el desarrollo de la historia con
facilidad.
Para ello, utilicé recuerdos de
mi propia vivencia y decidimos situar la vivienda de Agustín en mi propio
barrio, el barrio de Cerdanyola en Mataró (no confundir con Cerdanyola del
Vallès, localidad con la que solo coincide en el nombre).
Con el ánimo de imprimirle más
facetas y aristas, Agustín sería lo que hoy en día es el pan nuestro de cada
día pero que en la época en la que se desarrolla la acción parecía cosa de
ciencia-ficción, casi. Esto es, un padre separado. Puede sonar ridículo, pero
así era.
Muy bien. Tenemos el nombre,
domicilio y unas puntas de la trayectoria personal de Agustín Sampedro. Desde
la génesis de esta novela, tanto Raúl como yo coincidimos en tratar de
concederles a nuestros personajes principales, una impronta muy personal.
¿Queríamos un investigador? Sí, pero con unos rasgos muy marcados y propios. De
ahí que Agustín, que pretendió ser militar de carrera por su inclinación a las
profesiones de armas, llegara a ser un policía bregado en la impagable labor de
la protección y servicio de los ciudadanos, aún a costa de pagar costosos
peajes personales, algunos de ellos dolorosos.
En cierta manera, Agustín huye, y
hasta se ríe, de algunos de los estereotipos de los investigadores de las
teleseries y películas, americanas sobre todo, a los que tan acostumbrados
estamos. Tengo que romper aquí una lanza por personajes como el inspector
Méndez, creado por Francisco González Ledesma, o el ya mencionado detective
Harry Bosch de Michael Connelly que nos hicieron pensar en personajes de una
intensa humanidad, con aciertos, errores y hasta remordimientos.
¿Y cómo es Agustín?
Agus es atlético, le entusiasma hacer deporte y estar en buena forma física, en oposición y contradicción directa a su afición por los Lucky Strike y es un apasionado del rock, en inglés y español, con el que martiriza a su clasicón compañero Manuel. You can't always get what you want! Le persigue una cierta aura de conquistador, a la que no reniega. Para su aspecto físico, nos inspiramos vagamente en la apariencia de unos jóvenes Pablo Abraira y Nick Nolte como punto de partida para Agustín y, todo junto, le otorga al personaje un cierto tinte de «guaperas» con buen fondo. Vamos, el amigo que todos hemos querido tener en algún momento porque salir con él incrementaba nuestras posibilidades de conocer más mujeres.
No obstante, es un enamorado de
su hijo Marcos, a quien quiere con locura, y, especialmente, de su profesión.
Como podréis ir descubriendo en
la lectura de la obra, Agustín es un personaje de largo recorrido, convertido,
en cierta manera, en un protagonista a su pesar.
¿A qué esperáis a enfrascaros en la lectura de El Feriante? ¡Sois bienvenidos!
JOSÉ REQUENA
Crédito fotos: Canva.
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