lunes, 26 de julio de 2021

 ¡¡NUEVO BOOK TRAILER!!

En esta ocasión os mostramos a algunos personajes de nuestra novela.




Imágenes del vídeo: Canva, excepto recreación digital de Olalla Segura. por Raúl Reyes.

domingo, 11 de julio de 2021

ESCRIBIR: ¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE?

 

José Requena



        Una vez convinimos crear una historia a cuatro manos, Raúl y yo nos pusimos manos a la obra. Como a leer y escribir, uno lo hace leyendo y escribiendo, eso fue precisamente a lo que Raúl y yo nos dedicamos con placer. Raúl definió mi método de escritura como de  "a tumba abierta", es decir, en los primeros compases fui dejando que las primeras ideas, las más naturales y menos pensadas, fuesen surgiendo y las iba plasmando en papel (sí, querido lector, un cuaderno de bitácora de los de toda la vida). Primero nacieron dos de nuestros personajes principales, Manuel Villalobos y Agustín Sampedro, y, gravitando entorno a ellos, poco a poco fuimos incorporando más y más personajes y situaciones.

    No me propuse marcarme ningún ritmo de escritura, un número de palabras o páginas diarias o semanales. En ocasiones, por desgracia, el ritmo de la vida cotidiana y las obligaciones era exigente y me obligaba a administrar, casi racionar, mi tiempo dedicado a la escritura en oposición a mis ciclos circadianos y esa cosa que llamamos sueño y descanso. 

    Suelo escribir de noche, una vez he conciliado el cuidado de mis hijos, las tareas domésticas y charlado con mi mujer sobre diferentes aspectos del día a día. Con ganas e ilusión, el trabajo se vuelve más ameno. Más que el hecho de teclear, lo que realmente me motiva, me apasiona y me ilusiona es el generar en mi imaginación nuevas escenas, poner en boca de los personajes aquel diálogo, aquella frase, aquella ocurrencia que puede ser el "disparador" de nuevas situaciones. De hecho, muchas acciones y situaciones que inicialmente las había pensado que fuesen "ABC" acabaron como "XYZ".




     Confieso que en ocasiones, muchas, escribía, releía y trataba de imaginar la reacción de Raúl, como lector más inmediato, a la secuencia o escena que había escrito la noche anterior, cosa que me motivaba, aún más si cabe, a seguir tecleando.

     En cuanto al método, trato de escribir, como dice Stephen King, "a puerta cerrada", es decir, solo para mí, aunque sea de manera metafórica. A falta de una mansión con salas nobles, una biblioteca de miles de ejemplares y tiempo suficiente, poder escribir con mi portátil, o incluso a cuaderno y pluma, desde la mesa de mi cocina o recostado en mi propia cama bien ha servido su función creativa.





Raúl Reyes 


En la creación de El feriante José y yo convenimos qué debía pasar en ciertos momentos y en qué orden, sin embargo los hechos que había entre algunas de estas ideas eran auténticos enigmas. Así pues, nos pusimos a trabajar en el primer borrador jugando con esas ideas que nos venían a la cabeza, eligiendo cada uno las secuencias con las que trabajaría más cómodamente. 

Considero que estoy dentro de la categoría «escritor de brújula», es decir, planeo poco antes de enfrentarme a la página en blanco. Trabajo alrededor de una idea que tengo en mente y voy construyendo palabra a palabra. No obstante, aunque no dedico mucho tiempo a establecer líneas argumentales, sí que lo dedico a perfilar personajes; creo que al final son los personajes los que realmente van desarrollando la historia, basándome en qué haría o qué diría tal personaje en las situaciones en las que se encuentra. Siempre sé cómo empieza una secuencia o un capítulo pero desconozco cómo va a  finalizar; solo lo descubro al escribir la última palabra y eso hace que el proceso de creación sea absolutamente emocionante.

Suelo escribir cuando puedo, no me gusta agendar una afición, pues cuando por algún motivo no puedo dedicarle tiempo suelo acabar frustrado o cabreado (¡o las dos cosas!). La mayoría de veces escribo de noche, después de cenar, cuando nuestros hijos duermen y mi esposa y yo tenemos un tiempo para nosotros y nuestras aficiones. A veces tan solo reescribo algo que ya he hecho, otras veces escribo algo nuevo. Todo depende del humor y ganas.

Sin embargo no siempre he escrito en casa y por la noche. Algunas escenas de El feriante fueron escritas en la biblioteca de mi barrio, cuando acompañaba a mis hijos en una de sus múltiples visitas, mientras que otras fueron escritas en la cafetería frente a la escuela donde trabajo, en la hora antes de entrar a trabajar. Muchas otras, especialmente el último capítulo de la segunda parte y toda la tercera se escribieron durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19.

Escribo casi siempre en mi PC, aunque en ocasiones he llegado a escribir largas secuencias en un bloc de notas, a mano y pluma. Confieso haber escrito alguna parte haciendo uso del dictado a voz en mi móvil; una manera muy útil de registrar una idea que te viene de repente.

Siempre escribo con música. Elijo con mucha precisión los temas que van a sonar en concordancia de la secuencia que vaya a crear. Eso me ayuda enormemente a ambientar mucho más la historia. Al final de El feriante encontraréis un listado de canciones que aparecen mencionadas en la novela y, por otro lado, una lista de las canciones y álbumes que sonaron durante la creación de la historia. Hasta llegamos a hacer una playlist para escribir que transferí a mi antiguo iPod Classic.

Para mí, lo más emocionante de escribir a cuatro manos es cuando uno espera la reacción del otro después de leer una nueva incorporación y cómo uno puede aprender del otro durante el proceso. 

Crédito de fotos: José Requena y Raúl Reyes.

martes, 6 de julio de 2021

¡Participamos en el Premio Literario Amazon Storyteller 2021!



MUCHAS GRACIAS A ESTEBAN NAVARRO, AUTOR DE UN AÑO DE PRÁCTICAS, POR SU GENEROSIDAD Y EL TIEMPO QUE HA DEDICADO A HACER ESTE MAGNÍFICO VÍDEO.