viernes, 11 de junio de 2021

LOS PERSONAJES (2)

 
OLALLA SEGURA KARLSSON



Como en toda historia durante el proceso de su creación, El feriante pasó por algunos momentos de bloqueo en los que no sabíamos por dónde tirar, de la misma manera que nuestros personajes principales, Agustín y Manuel, se bloquearon ante un caso tan difícil como desconcertante. Fueron bloqueos muy cortos, pero angustiosos en cierta manera.

Al finalizar mi contribución al Capítulo 19 de la Primera Parte, me vi incapaz de seguir con la historia.

En aquellos días me encontraba con mis hijos en Calella, acompañando a mi padre en lo que sería (sin saberlo) mi último verano con él. Decidí no agobiarme y tomarme aquellos días para disfrutar de la compañía de mi padre e hijos en aquella maravillosa localidad. En uno de los múltiples paseos que hicimos nos metimos en un lugar de los que ya quedan pocos: ¡una tienda de discos! 

Tengo tres pasiones: mi familia, la literatura y la tercera de ellas es la música, así que no lo dudé: entré y eché un vistazo. De allí salí con un CD de The Rasmus (Black Roses), que mi padre insistió en regalarme.


Tras escuchar el CD a lo largo de varios días, observé que las letras de todas las canciones parecían tener una cierta conexión, como si de un álbum conceptual se tratase. Eran como una historia de desamor cantada a lo largo de diferentes temas. Aquello me dio la idea: necesitaba un nuevo personaje que hubiese sufrido un gran desamor y tomara el Caso feriante como una válvula de escape, de modo que le permitiera huir de una vida gris e insulsa y sumergirse en una excitante aventura. 

Sin embargo, no iba a ser nada fácil incluir a un personaje nuevo en medio de la trama y hacerlo encajar sin que se viera forzado. Así que después de darle varias vueltas revisé el manuscrito y me fijé en la ayudante de Rosario Santos-Castillo: Olalla Segura. No es un personaje 100% inventado, sino una amiga mía a la que había invitado a hacer un "cameo" para ayudarla en un momento bajo. Creí haber dado con la solución. Así pues, decidí darle una oportunidad a aquel otro personaje femenino que en principio sido incluido para tan solo asistir a la psicóloga y presentadora de televisión, como si de una secretaria personal se tratase.

Todo un mundo lleno de posibilidades se abrió para mí en aquellos momentos. Empecé a perfilar el personaje durante numerosas mañanas de septiembre, en una cafetería frente a la escuela donde trabajo, en los ratitos antes de empezar la jornada, con The Rasmus sonando en mi portátil. Y así fue como Olalla Segura tomó protagonismo en El feriante. Una mujer fuerte, decidida y que, harta de padecer mal de amores, se sumerge en el trabajo y tira p’adelante. 

Había conseguido, pues, introducir un sólido personaje femenino dentro de una historia llena de polis duros y con la suficiente testosterona en el ambiente para poder cortarla con un cuchillo y modelar. Necesitaba equilibrar la balanza e introducir a un personaje que fuera distinto y que a la vez fuese capaz de investigar el caso desde una perspectiva diferente. En definitiva: alguien que usara la sesera y el sentido común, pero que fuese valiente y decidida en la misma medida. ¡Bien!

Tuve que extender la primera aparición de Olalla con un texto más enriquecido y que tuviera impacto en el lector. Después de muchos intentos y de escuchar el tema Immigrant Song de Led Zeppelin. Fue todo un reto, pero creo que di con el tono y las palabras para poner en escena a un personaje clave y decisivo para la trama.



Así pues, y como he comentado, Olalla permitió desplazar el enfoque de la historia de un equipo de policías chapados a la antigua a un entorno mucho más personal, íntimo y cerrado. A partir de su aparición la historia fluyó sin problemas hasta su desenlace. Ella lo hizo todo mucho más fácil. ¡Gracias, guapa!


Por último, doy las gracias  también a José por asesorarme sobre coches de la época, ya que yo, en mi inocencia, había tenido los santos huevos de meter a una mujer de metro noventa y 115 kilos de peso en un Renault 5. José fue quien le «compró» ese magnífico RENAULT FUEGO donde tantas cosas pasaron. En el siguiente enlace encontrarás una galería de fotos de este mítico «buga», por si tenéis curiosidad. El nombre del modelo me inspiró a escribir cierta escena en el aparcamiento de un área de servicio, que espero sea de vuestro gusto llegados a ese punto.

Raúl Reyes


4 comentarios:

  1. Un buen punto que le da la vikinga a la historia. Muy bien traído!

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    1. ¡Gracias! Nos alegramos que hayas disfrutado de la historia. ¡Un abrazo de los autores!

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  2. He leído el artículo sobre como se realizo el Feriante y me ha gustado mucho. Razón de más para leerla. Gracias a Raúl, José y Olalla.

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