jueves, 19 de agosto de 2021

LA FERIA, UN GRAN POLO MAGNÉTICO

¿Vendrás esta noche a la feria?

    Raúl y yo queríamos escribir una historia que fuese motivadora y que nos cautivase, en tanto que escritores y lectores, desde el primer momento.

    Muy bien. Teníamos una idea de los personajes principales, la trama, muchos temas...pero necesitábamos una argamasa. En alguna parte oí que el niño que fuimos muestra el camino a las personas que hoy somos, aunque en ocasiones no lo apreciemos así. 

    Durante los primeros compases, tanteamos escenarios como nuestros hogares, la escuela, etc pero si hubo un escenario con un magnetismo irresistible fue, sin duda, la feria. Mucho antes de los grandes parques temáticos, cuando los grandes referentes del ocio familiar, y el regalo más codiciado en nuestra comunión, eran los parques de atracciones (pienso, sobre todo, en los parques de Montjuïc y el Tibidabo en Barcelona), los niños contábamos con verdadera devoción los días que faltaban para que se plantasen en los barrios de nuestras ciudades, primero, y en las fiestas mayores, después, las ferias.

    La feria, como tal, es un gran crisol que ofrece unas magníficas posibilidades narrativas. Tras varias animadas y divertidas charlas, Raúl y yo coincidimos en un punto que resultó capital en la creación de la atmósfera ferial de nuestra novela: la trastienda de la propia feria. Este fue el "disparador" de la historia. Partiendo de dos escenarios reales, Mataró y Santa Coloma de Gramenet, fuimos creando unos escenarios feriales inspirados, en parte, en nuestros propios recuerdos de las ferias de nuestra infancia. De entre los muchos recuerdos que atesoramos, hay uno que destacaba por encima de todos los demás: la figura del baturrico escanciando vino en el puesto de "Vinos Monroy"...

  ¿Casualidad? Cuando el primer borrador de la novela ya había acumulado bastantes páginas y la historia iba tomando forma, los recuerdos de las ferias de mi infancia cobraron vida. A finales de agosto de 2019, de regreso de unos días de descanso en Almería, mi familia y yo pernoctamos en Guadix (Granada), ciudad natal de mis padres y mi cuna familiar. Paseando junto a mis hijos y mi mujer, vi como un nutrido grupo de personas se afanaban en dejar a punto y poner en funcionamiento todos los bodegones, puestos y atracciones del recinto ferial que debía abrir puertas y dar inicio a la feria y fiestas de la ciudad al día siguiente. ¡Miel sobre hojuelas! ¡Una feria servida en bandeja!


    Varios de los puestos y bodegones ya se encontraban operativos y se permitía el acceso al público, coas que aproveché. Sentí un escalofrío y pensé automáticamente en Raúl cuando me topé con la caseta de "Vinos Monroy". Observé, embelesado, la figura del baturro que aunque se hallaba en pleno proceso de montaje, me ayudó a recrear e imaginar con viveza algunas de las escenas y situaciones que Raúl y yo habíamos plasmado en nuestro, entonces, primer borrador de la novela y me animó, si cabe, a seguir escribiendo con más ganas, potenciando también varias de las imágenes, escenas y situaciones que sin aquel encuentro fortuito no habrían pasado de ser más que meros esbozos, notas y apuntes.
Parada obligatoria


       A partir de aquella visita al ferial accitano, poder imaginar que la maldad y la vileza pueden coexistir en medio de la jovialidad, las risas y la adrenalina que surgen de una feria fue el impulso que nos animó a esmerarnos en el proceso de escritura de El feriante con ganas y ahínco. 

JOSE REQUENA

Crédito de fotos: José Requena.

2 comentarios:

  1. Soy JOsé Antonio Almansa. Antes de leer este artículo de la feria te digo que después de leer el Feriante cada vez que vaya a la Feria con mi hijo, no lo voy a perder de vista. Hay que ver lo que esconde una feria.

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  2. Soy José Antonio. José leído el artículo comentarte que fue un acierto elegir la Feria como escenario donde pasan los hechos de la novela. Me gusta mucho lo que dices que de pequeños esperabas con ansia la llegada de los días de Feria en la ciudad. A mi me pasa igual, de niños las ferias en mi pueblo, eran los mejores días del año. Estábamos todo el día en las atracciones viendo como las instalaban

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